Píldoras Constitucionales "El clamor por la tierra"

Dr. Mario Armando Cabrera Márquez

Con todo y su independencia, los tres Organismos del Estado deben estar conscientes sobre lo difícil del tema agrario y de la tierra. En efecto, sobre ello se ha escrito mucho y se ha actuado poco. Con esa orientación: a) Debe elaborarse el catastro de las tierras para saber lo que se tiene, para posibilitar el incremento del IUSI y evitar que se siga titulando, como particular, el patrimonio estatal.  b) Deben atenderse los minifundios con asistencia técnica y financiera como sistema desarrollador de la economía agrícola; y c) Las tierras ociosas deben tributar para incentivar a sus propietarios y el Estado incremente sus ingresos.

Mis propuestas complementan las sugeridas con aval académico y universitario; pues provienen de mis estudios de Postgrado, de mi actividad profesional, y de mi labor docente e investigativa. Por ello creo oportuno aplicar mi receta contenida y definida en la Ley de Alianzas Público Privadas, para que el Estado con los particulares (campesinos, agricultores, cooperativas y empresas agro-mercantiles) exploten idóneamente, para el bien común, a nuestra tierra bendita. El tema se sustenta también en la Normativa constitucional contenida en los artículos: 12 y 39 garantes del debido proceso y de la propiedad privada; cuyo contraste se evidencia en desahucios y desalojos.

El tema de la tierra y la cuestión agraria se extiende universal e históricamente como "la eterna cuestión de la tierra", de su propiedad, de  sus múltiples funciones y que como superficie habitable del globo terrestre, debe cumplir, al servicio del hombre y de la sociedad en general. Empero la cuestión es compleja porque afecta la vida de los hombres; pues de su buena ordenación depende el futuro del óptimo desenvolvimiento y desarrollo de la sociedad, en su conjunto y de las comunidades humanas que la forman, como diagnostica mi Maestro Salmantino y Rector Universitario: Dr. Juan José Sanz Jarque.

Entre las numerosas funciones de referencia que ha de cumplir la tierra; entendamos que por naturaleza son consustanciales a la misma las siguientes: La tierra es el habitáculo en que vive y se desenvuelve la vida humana; de manera que por ello importa usar y aprovechar racionalmente, mediante leyes idóneas, sus recursos naturales: agua, flora y fauna; para conservarlos y regenerarlos. Asimismo debe mantenerse el equilibrio ecológico, o sea el respeto a las naturales relaciones de los seres vivos con su medio; pues la tierra también es el modo y medio de vida de gran parte de los hombres.

En ese sentido, el sector agrario, desde el campesinado hasta los agricultores deben nivelarse: educativa, cultural y  profesionalmente, a la altura y dignidad de los demás sectores económicos; como cometido principal en el contexto de la cuestión de la tierra.  La tierra como importante factor de la producción agraria, —agro—pecuaria—y forestal; junto al agua, el clima, el trabajo. la técnica, y el capital; deben optimizarse para contribuir al desarrollo del país; mediante las empresas agrícolas institucionales que prevén la aplicación de la citada Ley de Alianzas Público Privadas; justo ahora que resuena el clamor por la tierra; al cual debe dársele atención prioritaria en beneficio de todos los guatemaltecos, dentro del concepto de la llamada "propiedad en función social", que pregona la Norma 39 constitucional, en aplicación del aforismo: "Nemo potest ignorare leges"; que significa:" Nadie debe ignorar las leyes".  ¡Quien tenga oídos: oiga!

Eche Pan a su matate. 1. Para atacar la precaria calidad educativa, El Colegio Privado Temático Integral, que dirige mi querida hermana Haydee A. Cabrera Márquez de Solís impartirá cursos intensivos gratuitos de Gramática y Matemática. 2. Colombia avanza para resolver su conflicto armado interno; pero ello no debe fundarse en los Acuerdos de Paz de Guatemala; constitutivos de "Acuerdos de Enemistad"; porque sentaron las bases de litigios penales y civiles que siguen sin resolverse. 3. Exitosa la clausura de la 49 promoción de mecanógrafos de la Academia Comercial Atenas, de mí querida sobrina: Mónica Cabrera García.