Fiscal General, con un reto trascendental

La Fiscal General llegó al cargo con la enorme desconfianza de varios sectores, especialmente de quienes apoyaron a su antecesora, Claudia Paz y Paz, no sólo no creían en su independencia, sino que pensaron que llegaría a desvalorizar todo lo que se había logrado con la anterior administración. Sin embargo, previo a la crisis que hoy enfrenta el país, la Maestra Aldana hizo explícita su postura sobre la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), cuando integraba la Comisión que el Presidente constituyó para recomendar la continuidad o no de dicha entidad internacional, destacó Ileana Alamilla en su columna "Eclipse". A decir de la columnista, la alta funcionaria ha transparentado el estado en que se encontraba el Ministerio Púbico, la mora de más de 2 millones de expedientes, las condiciones vergonzosas en que laboran algunos de los empleados, incluso conviviendo con ratas, la precariedad de la infraestructura y otros problemas vinculados al sector justicia. La Fiscal General se atrevió a reconocer que en esa entidad también hay corrupción y ahora tiene el deber de depurar a los corruptos, a los que carecen de ética o de mística de trabajo, para dar el ejemplo y expulsar el mal de su entorno, la fiscalía que verá esos casos tiene una enorme responsabilidad, agregó Alamilla. Aldana estableció la Fiscalía Liquidadora, para que esa impunidad acumulada se vaya evacuando, entre ellos los 27 casos de periodistas asesinados; ha puesto empeño en la Fiscalía contra la Corrupción, que ahora debe llegar al fondo de las investigaciones sobre el caso de la Línea y de continuar las pesquisas para limpiar al Estado. La Jefa del Ministerio Público tiene el trascendental reto de ser cada vez más consecuente con la necesaria independencia de ese alto organismo del Estado, concluyó Alamilla.