Premio Nobel de la Paz se solidariza con demandas populares

La Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, reconoció la decidida actuación del Ministerio Público y la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) al desmantelar algunas de las principales redes criminales enquistadas en el Estado, se solidarizó con la lucha cívica expresada de múltiples manera en todo el país y exigió la renuncia inmediata del Presidente de la República. Un comunicado de la Premio Nobel, dirigido al pueblo de Guatemala, señala su adhesión al sentimiento generalizado de condena a la corrupción que atraviesan las instituciones del Estado y diversas expresiones de la actividad política, económica social del país; la corrupción agrava y multiplica las condiciones de pobreza e imposibilita el acceso ciudadano a la salud, la educación y la seguridad, añade. "Me sumo al profundo rechazo que la sociedad está expresando en las calles frente a la descomposición del sistema electoral y de partidos políticos. Esa perversión de las actividades partidarias, ha convertido el clientelismo y la manipulación de la dignidad de las personas en una fuente de enriquecimiento ilícito y de acumulación de poder para los caciques de la política", destaca la Nobel guatemalteca. Rigoberta Menchú se solidariza con las demandas ciudadanas para la depuración del sistema de justicia que ha sido secuestrado por los poderes paralelos; a lo largo de las últimas décadas se ha conformado un amplio y complejo aparato de impunidad, que favorece los poderosos y niega el acceso a la justicia a la mayoría de la población guatemalteca, especialmente a las mujeres y los pueblos indígenas. La Premio Nobel, además de pedir la dimisión de Pérez Molina por carecer de toda legitimidad, exige juicio y castigo a los autores intelectuales y materiales de los crímenes de corrupción que han causado muerte, dolor y privaciones en la población más vulnerable. Es necesaria la devolución de todos los bienes y recursos robados, mediante la aplicación de la ley de extinción de dominio, y la depuración estructural del sistema de justicia que se encuentra cooptado por el crimen organizado y los poderes paralelos. Finalmente, Rigoberta Menchú llama a construir los consensos urgentes y necesarios para mantener y profundizar este histórico movimiento social; conjuntar la inteligencia, la experiencia y las capacidades de una amplia representación de todos los sectores comprometidos en esta gesta cívica, para definir y unificar las agendas sobre la reforma a la ley Electoral y de Partidos Políticos y de otras leyes obsoletas; la viabilidad constitucional de posponer el proceso electoral en curso, y la convocatoria de una eventual Asamblea Nacional Constituyente.