Con
la declaración de estado de sitio en las poblaciones de Ixchiguán y Tajumulco,
San Marcos, se ha evidenciado una vez más que la zona es propicia para la
producción a gran escala de la amapola, una flor muy apreciada en otras partes
del mundo y que no solo sirve para la fabricación de droga, sino también de
perfumes de calidad, y como medicina.
Los
poblados de Ixchiguán y Tajumulco fueron declarados en estado de sitio debido a
los enfrentamientos que se remontan a 1933 por un problema de límite de tierra
y de agua, a lo que se sumó el cultivo de amapola en esa región.
El
pasado 11 de mayo fue decretado el estado de sitio por el presidente Jimmy
Morales, con una vigencia de 30 días, medida que consideramos no va a terminar
con la problemática de los límites territoriales, mucho menos con las
plantaciones de amapola, porque esta planta crece en el área como cualquier
maleza, entonces sencillamente no se puede ni debe luchar contra la naturaleza.
Los
pobladores del lugar no se dan a la tarea de sembrarla, mucho menos tener el trabajo
de estar buscando semilla. La amapola se produce fácilmente sin que la mano del
hombre intervenga, pero los buscadores de esta valiosa flor lo que hacen es
contratar personal para cuidar las extensiones de terreno donde están las
plantas y que las flores no sean aprovechadas por otras personas.
El
Gobierno no debe perder tiempo ni recursos para erradicar la amapola; al
contrario, debe aprovechar que ésta hermosa flor deje buenos dividendos al
fisco y, por supuesto, a los habitantes de esos poblados, principalmente que en
su mayoría viven en extrema pobreza, de lo poco que reciben de las mafias que
se aprovechan de estas circunstancias.
Solo
imaginemos que en lo que va del estado de sitio se ha erradicado amapola por
más de Q1 mil 174 millones 827 mil 673, esto al 27 de mayo, según la Policía
Nacional Civil, que tiene a sus agentes, quienes deben estar trabajando en la
seguridad ciudadana, macheteando plantas y solo quitando las flores.
La
erradicación de los campos de amapola en Ixchiguán y Tajumulco continúa. Se ha reportado
que el valor de las plantaciones extinguidas asciende, según la PNC, a 44
millones 447 mil 143 matas, las que fueron destruidas, lo cual equivale a 242
parcelas. Imaginemos esta gran pérdida en dinero.
Reiteramos,
si Guatemala es un buen productor de amapola, vale la pena aprovechar ese
recurso que nos da la madre naturaleza para solventar la falta de recursos de los
que padece el Estado y, por lo tanto, los más afectados, es decir, la población
en general, que no cuenta con medicinas en los hospitales, ni con suficientes escuelas,
y, sobre todo, carece de seguridad en las áreas urbanas.
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